Escrito por Andrea Coa/ Aporrea
ARMANDO EL ROMPECABEZAS
A pesar de que las encuestas, que han demostrado ser científicamente exactas, daban ganador a Maduro con una razonable diferencia de votos, habíamos percibido que existía la posibilidad cierta de que el candidato burgués se alzara con el gobierno, dando inicio a una sangrienta represión contra el movimiento revolucionario bolivariano chavista.
Fue entre las dos y las cuatro de la tarde del día catorce cuando se cargó en el sistema electoral, o se activó, el elemento que hizo la diferencia, en función de producir un éxito fraudulento de la burguesía dejando al pueblo, que había votado mayoritariamente por su candidato legítimo, Nicolás Maduro, con la boca abierta y el amargo sabor que ya conocemos quienes hemos sido víctimas del escamoteo.
NO HAY FORTALEZAS INEXPUGNABLES
Si hubiera dicho hace unos días que el enemigo más poderoso es el más pequeño, y que actuaría en las máquinas de votación, nadie me habría creído, pero en este momento significa la respuesta a la pregunta que se hace el pueblo :
_“¿Cómo pudieron?”
Entre las dos y las cuatro de la tarde comenzó la carga o la activación de un virus en el sistema de las máquinas de votación, que fue sustrayendo votos de Maduro de manera imperceptible, y cargándoselos al candidato burgués, de la misma manera que algunos “gusanos” informáticos se roban céntimo a céntimo el dinero de los bancos llegando a acumular grandes fortunas, antes de que sean percibidos. El plan era que el burgués ganara sorpresivamente las elecciones con ocho millones de votos. Ellos habían calculado que ese sujeto conservaría los seis millones que sacó en octubre, y no se necesitaría más, debido a que el padrón electoral fue el mismo de entonces. Pero las denuncias de fraude que hizo la derecha afectaron a sus propios votantes y muchos de ellos se abstuvieron, de manera que Capriles sólo obtuvo legítimamente poco más de cinco millones de votos, en tanto los chavistas fuimos leales y Maduro conservó los votos de Chávez. El resultado final fue el triunfo de Maduro por un escaso margen, lo cual dejó sorprendidos a quienes habían urdido y aplicado un plan “perfecto”.
Nuestra ciega confianza en la fortaleza de nuestro sistema automatizado es una debilidad, porque el imperialismo cuenta con recursos tecnológicos para vulnerarlo, y ayer lo demostró.
LAS AMENAZAS Y LAS DISTRACCIONES
Aquel a quien su familia le había comprado la presidencia del congreso nacional tenía la seguridad de que el imperio había preparado para él un triunfo forjado en manos de hackers inescrupulosos por medio de tecnología de punta, dirigida hacia elementos hasta ahora inexpugnables: el sistema de las máquinas de votación; en tanto las fuerzas armadas y la inteligencia bolivariana eran entretenidas con las guarimbas y las amenazas. El ataque cibernético a las cuentas de Twitter de nuestro Presidente Maduro y de otros altos personajes del gobierno fueron un elemento de distracción, (los hackers imperiales no resistieron la tentación de firmar su trabajo) mientras se ejecutaba el plan de alteración de los resultados electorales, concebido por el imperio para hacerse con el control de nuestros recursos naturales con un costo mínimo, al contar con un gobierno títere que se lo entregaría todo en bandeja de plata. Ahí se inscribe también el ataque a CANTV, probablemente desde un satélite.
LA INTERVENCIÓN CELESTIAL
El amor del pueblo por Chávez, la conciencia de que nos estamos jugando la supervivencia como nación y el futuro de nuestros descendientes, hicieron que todos fuéramos a votar, en tanto que en la derecha, muchos de los que pensaban que habría fraude se abstuvieron. Chávez, desde los mundos espirituales, nos mantuvo alertas, nos ayudó a conservar la lealtad a nuestra propia existencia y se logró en realidad, la diferencia de votos como estaba pronosticada en las encuestas, y esta diferencia fue tan grande que aún sustrayendo dos millones de votos, Nicolás Maduro ganó. Dios existe y es muy grande. El pueblo venezolano, solidario, trabajador, consciente, pacífico, se ha ganado esta victoria y La Divinidad nos seguirá ayudando.
El imperio asesinó a Chávez, precisamente para poner en marcha la segunda parte del plan, que era un triunfo fraudulento, que se lograría mientras se descalificaba al CNE, con el fin de que los revolucionarios reafirmaran que era imposible que nuestro sistema electoral fuera vulnerado, y se dejara bien sentada la confiabilidad de sus rectoras, muchas veces probada con hechos. Lo demás sería trabajo de carpintería.
De fracasar esa técnica, de todas maneras quedaba el plan b: Ya había para eso trabajo adelantado: cantar “fraude”.
DEBE HACERSE UNA AUDITORÍA BIT A BIT
La propuesta de la auditoría cien por ciento pudo haber sido hecha pensando que no sería aceptada, pero el imperio no da puntada sin dedal. Es casi seguro de que la “misión imposible” de concatenar lo que hay en las cajas con los resultados alterados ya debe haber sido cumplida. La “inteligencia” imperial tiene los recursos para eso. Sin embargo, los hackers revolucionarios pueden, si se les permite examinar el software de manera minuciosa, encontrar la manera como ocurrió el ataque. Y un levantamiento de huellas digitales de las papeletas a favor del burgués que se encuentren en las cajas, podría traer la sorpresa de que muchas no corresponden a los votantes. A la derecha no le conviene que se examine minuciosamente todo, porque aunque el plan parezca perfecto, siempre hay flancos descubiertos.
EL OBJETIVO DEL IMPERIO FUE CUMPLIDO PARCIALMENTE
A pesar de que no lograron el plan “A”, debido a que el pueblo le cumplió a Chávez y Maduro ganó a pesar del ataque cibernético contra nuestras elecciones que nos robó más de dos millones de votos, el plan “B” sigue vigente. El desconocimiento del resultado electoral es parte del plan desestabilizador dirigido a justificar en el ámbito internacional, un clima de violencia que ellos se encargarán de hacer galopante, con el fin de convertir a Venezuela en una Siria, o en una Libia, que quieren tomar a saco en medio de una masacre que ya está programada, contra las cabezas de la revolución y el pueblo organizado.
La amenaza que pende sobre nosotros es más peligrosa que nunca, la hiena está herida y no está dispuesta a perder la presa. El trabajo ahora es para la Inteligencia del gobierno bolivariano. El pueblo comprende, por eso el ambiente psíquico que amaneció hoy lunes, después de esta victoria que nos ganamos a pulso, es de alerta y no de euforia. El pueblo sabe que la confrontación directa está a punto de comenzar, y eso hay que impedirlo.
MENSAJE PARA NICOLAS MADURO
En este momento la cabeza de la Revolución, encarnada en Nicolás Maduro, debe permanecer serena y confiar en su intuición. Está protegido por la Divinidad, pero no es inmortal y en este momento es blanco de los ataques del imperio más poderoso, inescrupuloso y letal que ha conocido la tierra. Sin embargo, ese imperio no es invencible y se encuentra bajo una crisis interna que lo debilita. El imperialismo es la fuerza básica del poder establecido que debe ser derrotado, mientras que la Revolución Bolivariana Chavista es la fuerza dinámica del poder constituyente de los pueblos que busca hacerse carne en una nueva organización social de todo el planeta. Es una tierna flor con grandes poderes, amenazada por todas partes, pero cuya fortaleza reside en la ternura de sus pétalos, que brotan del corazón del pueblo venezolano así como de todos los pueblos revolucionarios del mundo. La fuerza benéfica de la gente sencilla, y el ejemplo de que sí se puede producir beneficios para el pueblo, que ha dado el gobierno bolivariano, son una fuerza adicional conque contamos para derrotar al imperialismo.
Es al imperio al que le conviene la confrontación violenta directa, porque allí tienen experiencia y mayor fuerza. Pero a nosotros nos conviene construir en paz, con toda la paz que se pueda lograr, ese plan piloto para el futuro de la humanidad, que La Divinidad protegerá.
Relajarse para reconocer la realidad y confiar en su intuición para marcar el rumbo correcto es el primer consejo, el segundo es mantener la unidad del gobierno colectivo, que debe ser blindado, aunque para ese blindaje deba prescindirse de alguno que pudiera estar vacilando.
La tercera recomendación, es cumplir las promesas electorales, lo cual no será fácil porque el boicot aumentará para intentar impedirlo.
El pueblo seguirá haciendo su parte