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M. H. Lagarde - Blog "Cambios en Cuba".- En la imagen, sin photoshop, la bloguera mercenaria Yoani Sánchez feliz de recibir como premio, la bandera de Estados Unidos, la patria de sus benefactores.
La imagen fue tomada durante un acto que tuvo lugar en la Torre de la Libertad de Miami donde la bloguera le regaló otro título de portada a El Nuevo Herald: "Yoani Sánchez llama a la unidad de los cubanos dentro y fuera de la isla"
Según el diario de la mafia, bajo repetidas olas de aplausos de unas 800 personas -por fin aparecieron sus seguidores perdidos- la bloguera mercenaria, dijo:
“Sin ustedes no estamos completos. No hay un ustedes y nosotros. Solo hay un nosotros. No permitamos que nos sigan separando … por un muro de mentiras, silencio y malas intenciones”.

Por favor alguien, de los muchísimos cubanos que hay en Miami con vergüenza, que le explique a la "influyente intelectual" que los cubanos dignos andan separados de los sumisos al imperio desde los tiempos del nacimiento de la nacionalidad cubana.
La bandera recibida por la bloguera mercenaria es la misma que ondeó sobre el Capitolio cuando visitó Washington, el mes pasado, para reunirse con los legisladores anexionistas que representan a los terroristas de Miami en el Congreso estadounidense.
Los anexionistas como Yoani Sánchez y CIA, por mucho que se empeñen en demostrar lo contrario, no son cubanos. Los cubanos no somos lacayos de nadie.
M. H. Lagarde - Blog "Cambios en Cuba".- En la redacción del periódico de la mafia de Miami, que lleva tres días dándole en portada la bienvenida a la nueva heroína de la contrarrevolución de esa ciudad, la bloguera mercenaria Yoani Sánchez acaba de repetir lo que ya ha dicho por enésima vez en su gira: “que la mejor manera de ayudar a los cubanos es mandar información, tecnología”.
La ayuda, -especifica el diario mafioso- puede ser en tecnología, como computadoras portátiles, teléfonos móviles, quemadoras de CD o DVS y memorias flash, que permitirán a los cubanos intercambiar información más fácilmente.

Es tanta la repetición del mismo discurso que uno termina preguntándose cuál será el verdadero fin del circo mundial que protagoniza la bloguera.

Si en Cuba, como asegura Yoani Sánchez, “se intercambia o alquila información al nivel de terabytes” ya todo el mundo debería haber oído, leído y visto, las reiteradas suplicas de la “periodista” para que se manden a la Isla artilugios tecnológicos.

En realidad, desde su partida en febrero,  la mercenaria “perseguida y  silenciada” no ha agregado una coma  al mismo  discurso que tenía en la Isla antes de salir de viaje y que nunca dejó de ser promocionado por cuanto medio al servicio de imperio existe. Recuérdese que la nueva heroína de Miami es corresponsal de no se sabe ya cuántos periódicos y casi diariamente es entrevistada en su casa en La Habana por la CNN, el propio El Nuevo Herald o la emisora del gobierno estadounidense Radio TV Martí.

Lo que no ha dicho Yoani Sánchez en la redacción de El Nuevo Herald es para qué en realidad ella desea que les manden tantos “aparaticos” a los cubanos.

Durante su gira, la bloguera se ha callado, por lo menos en público, sus anhelos de crear, usando a las nuevas tecnologías como armas de subversión,  una ola verde en Cuba como la que tuvo lugar en Irán en 2008, una invasión al estilo de Libia o una guerra civil como la que ahora mismo tiene lugar en Siria.

Hasta en los cables de Wikileaks, que según la bloguera no pueden probar que ella es de la CIA, se habla del tema. Un cable de la SINA filtrado por WikiLeaks consigna textualmente que “Sánchez nos dijo que el uso de teléfonos móviles (incluido el iPhone) para transmitir información, compartir blogs, e incluso acceder a Internet es un fenómeno importante y creciente en Cuba “.

Por cierto, y a propósito de su vinculación con la CIA, la bloguera acaba de decir en una “entrevista que los lectores” le realizaran a propósito de su gira mundial que: “El día que me entere de que la CIA está planeando hacer algo dañino y nefasto en Cuba, voy a ser la primera persona en denunciarlo”.

¿Creerá la heroína miamense que sus íntimos amigos, los funcionarios de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, forman parte de la sociedad civil o de la “diplomacia pública” estadounidense?

Está claro que para Yoani Sánchez, ni para la mafia anexionista de Miami, que hoy la aplaude con tanto entusiasmo, ponerse al servicio de una potencia extranjera para alentar invasiones de la OTAN y guerras civiles en Cuba no debe ser para nada nefasto.

Desde hace medio siglo la patética mafia de Miami, que se la pasa haciendo y deshaciendo maletas, no ha cejado en tal propósito por lo que Yoani Sánchez y los “aparaticos”, de acuerdo con el Plan Bush y el éxito de las llamadas “Revoluciones de colores” en algunas extintas repúblicas ex soviéticas, podrían ser su última esperanza.