Luis Ernesto Ruiz Martínez - Blog Visión desde Cuba/Cubainformación. Catorce años de injusto encierro. Una condena más allá de cumplir con la sentencia que solo podía haber sido impuesta por un tribunal parcializado de Miami. Ver crecer a tus hijas desde la distancia, mientras contemplas cómo la muerte arrebata a tu hermano sin poder hacer nada para impedirlo. Serían suficientes golpes como para ahora acumular otro demoledor ante la desgarradora noticia de la muerte de tu padre.
“Brother”, la vida se ha vuelto particularmente dura contra ti. Así sucede con demasiada frecuencia en la existencia de la gente buena que lucha hasta el final. Tú Cándido ha partido al reencuentro con tu hermano Roberto. Duele “brother”. Llora. No ante el enemigo que no puede vernos flaquear nunca. Refúgiate en los tuyos para compartir el dolor que hacemos nuestro.
Escuché la desagradable noticia en la tele y enseguida pensé en cuán difícil es ese momento en una distancia que se antoja eterna. Tus cautivos no saben lo que hacen estos golpes en hombres que se tornan gigantes en el dolor inmenso que desgarra el corazón.
Duele “brother” y el dolor se multiplica ya en millones de amigos y amigas que sienten como suya la pérdida. Nada sustituye el vacío que deja tu Cándido, como nada llenará el de Roberto. Quizás solo Ignacio René pueda algún día, al convertirse en un hombre de bien, resumir en sí mismo las voluntades de ambos.
Fuerza “brother”. Aunque sé que no te faltará en esta hora de dolor. En las buenas y las malas estamos contigo y tus otros cuatro hermanos que sé ya te acompañan desde sus injustos encierros. La victoria tiene que estar cerca.