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#Noticia: Mi niña crece feliz.

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http://aucaencayohueso.files.wordpress.com/2013/11/f9e5d-ni25c325b1o2bcubano2bambiente2bfeliz252c2bpastor2b2.jpg?w=470&h=335Por: Camila Moreno
En la tarde de ayer conversaba con un buen amigo mexicano, este se mostraba asombrado de ver a mi hija jugar en la calle y de la alegría que notaba en nuestros niños, reconocía que no era eso lo que pensaba de nuestro país, al menos no era eso lo que había leído en la prensa fuera de Cuba. No pude callar y de momento me vi explicándole que los niños cubanos son privilegiados respecto a la mayoría de los niños que habitan el globo terrestre, que aunque no lo creyera en esta isla bloqueada y subdesarrollada se destinan infinidad de recursos para garantizar un pleno desarrollo de la infancia asegurándoles educación y salud gratuita para todos sin importar su género o raza. Los números y estadísticas de organismos internacionales corroboran mi comentario, le dije.
Yo soy madre de una hermosa niña, y a pesar de la dura realidad económica que nos impone el bloqueo –allá quien no lo quiera ver- creo en el Sistema Cubano, creo en mi sociedad para garantizar una buena formación de mi hija. Pobre quien ignore que en Cuba la voluntad político- social del Estado NO permite que nuestros niños se prostituyan, pasen hambre, vendan droga o sean tratados como basura, hecho que ocurre a diario en las grandes potencias capitalistas que se autoproclaman democráticas y lanzan guerras a naciones sin importar cuantos niños sufren y mueren a causa de sus políticas genocidas.
En mi Cuba mi hija no irá a un super mercado Wallmart, pero no pasará hambre ni andará descalza, no vivirá en una imponente residencia pero vivirá sanamente disfrutando de sus cordiales vecinos, no estará en una gran ciudad de carteles lumínicos y grandes avenidas pero caminará tranquila por las calles de su barrio, no será traficada, violada, maltratada, manipulada, ni limpiará parabrisas, ni pedirá limosnas.
Desde el embarazo cada niño cubano tiene una atención privilegiada y en los casos que nacen con capacidades diferentes, la atención aún es mayor. Durante la lactancia y hasta la primaria se vacunan gratuitamente para ser protegidos de enfermedades peligrosas. Entre sus “obligaciones” diarias están el juego, la recreación y el derecho a participar libremente en los espacios del medio donde se desarrollan.
Cada madre trabajadora e incluso las cuentapropistas, tienen derecho a ubicar a sus pequeños en los círculos infantiles, creados desde el triunfo de la revolución para apoyar a la mujer cubana y no privarla de su desarrollo profesional. Una vez que van creciendo y llegan a las Escuelas Primarias, se inician como pioneros, al recibir la pañoleta azul que los hace pertenecientes a la Organización de Pioneros José Martí donde se les ve desbordar de felicidad y alegría ya sea al celebrar acampadas, congresos y encuentros deportivos que los independizan y los forja para el futuro.
De estos espacios, se toman las canteras para el ingreso en la etapa de la secundaria a las escuelas de arte, de deportes y otros centros que se especializan y los define en la especialidad en que deseen realizarse como profesionales. Por eso cuando hablamos de una Legna Verdecia, de un Carlos Tabares, de un Leonis Torres, de Juliet Cruz, no es de una personalidad deportiva o cultural, es de un niño o niña que ha crecido y ha sido formado por nuestra Revolución que le ha permitido sin esfuerzos financieros, alcanzar sus sueños.
Yo duermo tranquila, mi hija crece feliz, ¿que va a importarme a mi lo que dice la prensa que lee mi amigo mexicano? Allá ellos, los que mienten, por el dinero que reciben, espero que les alcance para garantizarle a sus descendientes lo que en mi Cuba tiene garantizada mi hija feliz.